El Ayuntamiento de Benalmádena ha iniciado hoy los trabajos de demolición del antiguo Hotel Park, un edificio de cuatro plantas de altura situado en la Costa que se encontraba abandonado y que se había convertido en un foco de insalubridad. Con esta actuación, el Gobierno Municipal, a través de la Concejalía de Vías y Obras, ha dado respuesta en apenas cinco meses a una demanda ciudadana que se remonta a casi una década, cuando el inmueble, dejado a su suerte por parte de los propietarios, comenzó a constituir un problema para los vecinos y para los establecimientos hoteleros situados en el entorno. La alcaldesa de Benalmádena, Paloma García Gálvez, y la concejala de Vías y Obras, Concha Cifrián, así como otros ediles del equipo de Gobierno, han comprobado hoy el desarrollo de las obras de derribo, que se acometen después de procederse la declaración de ruina del edificio.



La regidora ha destacado que la actuación supone un “ejercicio de responsabilidad” con los vecinos y con el resto del municipio, dado que el inmueble, levantado en los años 60, se ubica en plena área turística y su estado de abandono dañaba de manera notable la imagen de Benalmádena. “Era un compromiso del Gobierno municipal impulsar las acciones necesarias para resolver de forma urgente esta situación, que se venía prolongando en el tiempo y agravándose hasta el punto de que ya se habían desprendidos varios cascotes de la estructura del edificio”, ha señalado la primera edil, que ha estado acompañada además por representantes de las comunidades de vecinos afectadas por el estado del antiguo hotel y que han mostrado a García Gálvez su satisfacción por la medida adoptada por el Ayuntamiento.



“El derribo de este inmueble constituye un hecho histórico, después de los problemas que durante años han sufrido los vecinos de la zona y los hoteles que se encuentran en las inmediaciones”, ha resaltado la concejala de Vías y Obras. “Era una demanda antigua a la que no se ha puesto solución hasta ahora y que para nuestro equipo de Gobierno constituía una prioridad”, ha explicado Cifrián, que ha recordado que el abandono del edificio había provocado que sus instalaciones se convirtieran en un foco de insalubridad, con la acumulación de basura, la presencia de ratas y la existencia de agua estancada.



El Ayuntamiento instó a los propietarios a acometer las labores de rehabilitación o proceder al derribo del antiguo hotel, pero la respuesta por parte de los mismos ha sido negativa. Por este motivo, el Consistorio llevará a cabo los trabajos de demolición de manera subsidiaria y posteriormente pasará los gastos de ejecución a los dueños del inmueble. Las obras se han encomendado a una empresa local, que, según ha apuntado la edil, culminará los trabajos de demolición a lo largo de esta semana. El volumen del edificio alcanza los 11.000 metros cúbicos, mientras que el volumen de material que deberá ser retirado será de cerca de 6.500 metros cúbicos. Los trabajos de gestión de residuos selectivos se prolongará alrededor de tres semanas.