Salvador García protagonizó uno de los pregones más emotivos de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno

Salvador García protagonizó uno de los pregones más emotivos de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno

Más de medio millar de benalmadenses se dieron cita en la noche del pasado sábado en la Iglesia Santo Domingo de Guzmán de Benalmádena Pueblo para aplaudir a uno de los pregones más emotivos y personales de la Hermandad Sacramental de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santísimo Sepulcro y Resucitado, María Santísima de los Dolores, Lágrimas y de la Cruz, y que protagonizó el joven benalmadense Salvador García. La alcaldesa, Paloma García Gálvez, presidió el acto, acompañada por la concejala de Cultura, Yolanda Peña, y por otros miembros del Gobierno municipal. “Ha sido un honor compartir este acto con todos los vecinos de Benalmádena Pueblo, uno de los momentos más señalados de nuestra Cuaresma, que ha contado con una excelente asistencia de público”, expresó García Gálvez, que felicitó al pregonero “por un pregón que ha conseguido emocionar a todos los asistentes y que ha hecho historia en la Hermandad del Nazareno”.



El evento, que cumplió su trigésimo tercera edición y que fue presentado por el responsable de comunicación de la Cofradía, Eduardo Gómez, arrancó con un concierto a cargo de la Banda Municipal de Música de Benalmádena, que interpretó cinco piezas, y continuó con las saeteras locales, Pepi Gómez y Pepi López. Tras el pregón, el Hermano Mayor de la Cofradía, José Muñoz Lara, entregó el Premio al Mejor Cofrade del Año ‘Aurora Medina’ a Carmen Rodríguez, y un cuadro con el escudo de la Hermandad y el martillo del toque de campana al pregonero de este año. Por último, la alcaldesa hizo entrega de una estatuilla de la Niña de Benalmádena al pregonero de 2012, Miguel Ángel Gámez.



“Esta es la pasión, según Benalmádena”

El pregón, que cosechó un gran éxito de asistencia, emocionó a todo el público presente por su cercanía, por su emotividad y por la historia que abarcaba, un legado contado en vivencias en primera persona por Salvador García, vecino de Benalmádena Pueblo, cofrade del Nazareno desde su niñez y hombre de trono desde su juventud. El pregonero comenzó sus palabras agradeciendo el cariño, el apoyo y la fuerza brindada por su familia, destacando a su mujer, a sus hijos, a sus padres y hermana. “Aquí estoy en esta noche bendita, con la esperanza de que mi voz no se quiebre y mi corazón no se aturrulle, con la ilusión de ver que la satisfacción y el orgullo que me embarga por estar aquí es compartida por los míos, con la alegría de comprobar la de amigos que tengo, y con el miedo que invade todo mi cuerpo ante el temor de no estar a la altura que la circunstancias requiere, voy a pregonar la Semana Santa de Benalmádena 2013”, comenzó el pregonero. “Para realizarlo solo he consultado a los libros de mi corazón y mis sentimientos. No se como voy a salir de ésta, lo que sí les prometo es que voy a dejar que mi alma estalle en mil pedazos para contar lo que es la Semana Santa de mi pueblo, de los benalmadenses”, añadió García.



“Mis piernas han recorrido miles de metros a lo largo de 20 años participando en procesiones. Mis hombros han crujido subiendo y bajando varales. Mis rodillas han acabadas doloridas y todo esto al paso de un corazón que late con fuerza al ritmo del tambor. Soy, pues, un hombre afortunado. Afortunado por haber nacido en esta bendita tierra, porque realizo el trabajo que me gusta, por la familia que tengo y porque además, soy cofrade”, expresó el joven pregonero, que además añadió frases tan sentidas como las de que “en Benalmadena se ve venir la Semana Santa y cuando llega no solo se ve, sino que se toca y huele”.



En su pregón también hizo alusión a la noche del Jueves Santo, cuando “con la plaza llena y entre lagrimas, rezos y aplausos, María Santísima de los Dolores sale al encuentro de su hijo. El Cristo se acerca también a ella y casi podemos tocar su cruz con la punta de los dedos, y entonces se encuentran la madre con el hijo, y todos somos discípulo amado al que se nos entrega una madre, y se nos dice, cuidadla para siempre, llevadla a vuestras casas y en vuestros corazones”. “Y se reencuentran también los padres con los hijos, y los hermanos, y los amigos; nos reencontramos con nosotros mismos, con ese niño que seguimos siendo y con nuestra propia fe en Cristo y en la señal de la Cruz; nos reencontramos también con los ausentes, con los seres queridos que nos dejaron para siempre y con aquellos que un día emigraron a lejanas tierras y no regresaron nunca; todos se hacen presentes en esta noche mágica del Jueves Santo en Benalmadena”.



Por último, el pregonero se despidió haciendo un llamamiento a sus hermanos cofrades. “La procesión de este pregón llega a su fin. A partir de ahora os toca a vosotros retomar la palabra y convertir las calles de nuestro pueblo en la Jerusalén eterna. Juntas de Gobierno, cofrades, vecinos y amigos, la Semana Santa es vuestra. ¡Vividla con Fe!”.