La corporación municipal acuerda conceder el nombre de Adolfo Suárez a la Plaza de Pueblosol
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La corporación municipal acuerda conceder el nombre de Adolfo Suárez a la Plaza de Pueblosol

La Corporación municipal del Ayuntamiento de Benalmádena ha aprobado hoy en el pleno ordinario una moción institucional para conceder el nombre del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez a la plaza de Pueblosol. Un gesto con el que el municipio pretende rendir homenaje a título póstumo a la figura de Suárez, que será recordado como “el presidente del consenso y del diálogo y el dirigente político que supo llevar a España hacia la democracia y hacia Europa”, según ha destacado la alcaldesa de Benalmádena, Paloma García Gálvez. La regidora, que será la encargada de instruir el expediente para bautizar la céntrica plaza de Arroyo de la Miel con el nombre del primer presidente de la democracia, ha resaltado en la sesión plenaria que Suárez “realizó una aportación incuestionable a nuestro país durante la etapa de la transición, que supuso la confirmación de nuestra democracia y que posibilitó nuestro Estado de Derechos y Libertades recogido en nuestra Carta Magna”.

“Suárez ha sido una figura imprescindible con la que todos los españoles estamos y estaremos en deuda siempre, dado que su modélica actuación en los momentos más complejos de la historia más reciente de nuestro país sirvió para establecer y consolidar los cimientos de nuestro Estado”, ha reiterado la primera edil, que ha asegurado que “su compromiso, esfuerzo y dedicación fueron claves para que triunfara la democracia en España, y es por ello que Benalmádena quiere homenajear su memoria y conceder su nombre a un lugar simbólico de este municipio”, ha subrayado García Gálvez.

El presidente del consenso
La moción institucional aprobada en pleno recoge que Adolfo Suárez, que falleció el pasado 23 de marzo a los 81 años de edad, fue el primer presidente democrático de España (1976-1981). Su impecable trayectoria, su buen hacer y su relación con la Corona Española le convirtieron en un personaje clave de la historia de España. Rodeado por un nutrido grupo de políticos con ideas democráticas, Suárez se convirtió en el pilar clave de la transición y en el primer presidente elegido por los españoles después de cuatro décadas de dictadura.

Nacido en 1932 en la localidad de Cebreros (Ávila), Adolfo Suárez se licenció en Derecho por la Universidad de Salamanca. El 11 de diciembre de 1975 entró en el primer Gobierno de Arias Navarro, formado tras la muerte de Franco, como ministro secretario general del Movimiento. Sin embargo, este Gobierno careció de los apoyos suficientes y Navarro presentó su dimisión. Entonces, el Rey don Juan Carlos le encargó formar Gabinete. Su nombramiento, el 3 de julio de 1976, cuando era prácticamente un desconocido para la mayoría de los españoles, generó dudas y muchas críticas. Para los sectores conservadores, el elegido era demasiado joven e inexperto; para la oposición, demasiado vinculado al anterior régimen.

Sin embargo, Adolfo Suárez, con las armas del diálogo y el consenso, supo reunir a un nutrido grupo de políticos de su generación, con los que encabezaría el cambio. Sus primeros once meses de gobierno estuvieron marcados por la Ley para la Reforma Política, que fue aprobada en noviembre de 1976 y que obtuvo el posterior respaldo del 94,1 por ciento de los españoles en referéndum popular. El 15 de junio de 1977 fue elegido presidente del Gobierno en las primeras elecciones generales que celebraba España desde 1936, al frente de la Unión de Centro Democrático (UCD). Previamente, el 9 de abril de 1977, se produjo uno de hechos claves en la historia de la transición: la legalización del Partido Comunista de España. Tras las elecciones, los dos grandes desafíos de Suárez se situaban entonces en redactar la Constitución y enfrentarse al terrorismo de ETA y al peligro golpista. Las Cortes resultado de las elecciones de 1977 aprobaron la Carta Magna, que el pueblo español refrendó el 6 de diciembre de 1978.

El 3 de marzo de 1979, Adolfo Suárez ganaba por segunda vez unas elecciones generales y comenzaba así su tercer y último mandato como presidente del Gobierno. Finalmente, el 29 de enero de 1981 el expresidente presentó su dimisión. Ese mismo año, el monarca le concedió el título de Duque de Suárez por su papel en la Transición. En 1996, recibió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, por su importante contribución a la Transición española. Su trayectoria política le ha valido otras condecoraciones como la Gran Cruz del Mérito Civil, la Gran Cruz de Isabel la Católica, la Gran Cruz de la Orden de la Libertad de Portugal o el collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro.