El Puerto Deportivo de Benalmádena acoge estos días a una embarcación muy singular. Se trata del velero Moonbeam, tripulado por el matrimonio de jubilados de Nueva York Ken y Lil Bardon, que lleva recorriendo las costas de los cinco continentes desde que partieron de Florida en enero de 2013.

“Estamos encantados de dar la bienvenida a Benalmádena a este matrimonio”, ha declarado el alcalde Víctor Navas, que ha recibido a los viajeros junto a la concejala de Puerto, Encarnación Cortes; y el gerente del Puerto, Manuel J. Jiménez. “Agradecemos que hayan elegido nuestro Puerto Deportivo, demostrando una vez su posición entre las marinas más importantes del Mediterráneo”, ha valorado el alcalde Víctor Navas.

El primer edil ha detallado al matrimonio la oferta única de ocio activo del municipio, con el parque de tracciones Tívoli, Parque de la Paloma, Teleférico de Benalmádena, rutas de senderismo, u oferta de restauración como alguno de los atractivos destacados.

“Este viaje es el sueño de una vida, que no hemos podido realizar hasta nuestra retirada”, ha explicado Ken Bardom, que desarrolló su carrera profesional en una empresa de comunicaciones de alta frecuencia.

Tras pasar por todo el continente americano y rincones paradisíacos como las islas Galápagos, Fiji o Nueva Zelanda, recalan en Benalmádena antes de afrontar el recorrido por el Atlántico desde las islas Canarias. “Estamos poniendo a punto nuestro barco en Puerto Marina para realizar la travesía del Atlántico en las mejores condiciones”, ha apuntado Ken. El objetivo es regresar a Florida en enero de 2016, cumpliendo tres años exactos de travesía por el mundo.

El matrimonio no considera justo elegir un destino predilecto por encima de otros. “No es justo porque cada sitio supone una nueva experiencia y descubrir nuevas culturas y costumbres”, ha valorado Ken.

“Lo mejor del viaje es el contacto con personas de todo el mundo, tener la oportunidad de comunicarte con gente tan diferente”, ha añadido Lil Bardon.

Una vez hayan puesto a punto su velero y recabado las provisiones necesarias para el viaje, retornarán a su periplo en un plazo de tres semanas.