La Asociación de Cazadores de Benalmádena colabora con el Ayuntamiento en la erradicación de una plaga de oruga procesionaria
Delegación de medio ambiente

La Asociación de Cazadores de Benalmádena colabora con el Ayuntamiento en la erradicación de una plaga de oruga procesionaria

La concejalía de Medio Ambiente, presidida por Encarnación Cortés; y la de Sanidad, que dirige Alicia Laddaga, contarán con la colaboración desinteresada de la Asociación de Cazadores de Benalmádena de cara a una acción conjunta de ambas áreas municipales para acabar con la plaga de oruga procesionaria que ha sido detectada en varios pinares de la localidad.

Esta actuación de carácter extraordinario se produce como consecuencia de la proliferación de este insecto, cuya población disminuye notablemente a consecuencia de unas bajas temperaturas invernales que apenas se han registrado este año, razón por la que su presencia ha adquirido el carácter de plaga.

“De cara al inicio del curso escolar, desarrollamos en 2015 las fumigaciones pertinentes contra la procesionaria en las zonas próximas a los centros educativos del municipio, una campaña desarrollada con éxito que ha evitado su presencia en unas áreas tan sensibles como las zonas escolares”, ha recordado la concejala Alicia Laddaga.

Encarnación Cortés mantuvo la semana pasada una reunión con el alcalde Víctor Navas en la que, tras consultar a varios técnicos, se esbozaron las líneas de acción, aprovechando que la Asociación de Cazadores de Benalmádena se había ofrecido a colaborar en la erradicación de este insecto disparando perdigones mostaza a los nidos que el insecto construye en las ramas de los árboles.

“Este procedimiento no sólo es el más económico para las arcas municipales, sino que también es el más respetuoso con el entorno y, según los expertos, el más indicado para actuar contra el insecto en esta fase concreta de su desarrollo, dado que la temporada de fumigaciones coincide con el otoño y los tratamientos con feromonas, que son muy costosos, son sobre todo efectivos en primavera”, ha detallado la concejala de Medio Ambiente.

La procesionaria del pino es un lepidóptero típico de la región mediterránea y, como consecuencia del cambio climático, se encuentra en un proceso de franca expansión, a decir de los expertos.

El daño más característico que produce en los árboles es su defoliación, la cual generalmente no mata al árbol, aunque si lo debilita y puede facilitar el ataque de otros insectos u hongos. Como es sabido, la oruga de la procesionaria tiene unos pelos urticantes que dispersa al ser molestada, lo que produce en las personas irritación de la piel y las mucosas, razón por la que la concejalía de Medio Ambiente insta a los vecinos a actuar con prudencia y sentido común. Su contacto resulta especialmente letal para los perros.