La concejala de Educación, Elena Galán; y la concejala de Bienestar Social, Irene Díaz, han ofrecido una rueda de prensa para anunciar la reanudación de la colaboración entre ambas delegaciones en la gestión del Aula de Intervención Socioeducativa. En dicha aula se atiende a los alumnos expulsados durante el tiempo que deben permanecer fuera de los centros educativos. “Desde su puesta en marcha se ha atendido a un total de 634 alumnos”, ha informado Galán.

“El aula, que nació en 2007 como una reivindicación del profesorado y los padres de alumnos expulsados, tiene un doble objetivo: que sigan con su formación académica y que mejoren sus habilidades sociales para que no se repita el motivo de la expulsión”, ha detallado Galán, que ha valorado como “importantísima” la labor de este aula.

Por su parte, Irene Díaz se ha mostrado orgullosa de que Bienestar Social vuelva a participar en la gestión del aula tras un año en el que sólo fue dirigida desde Educación. “Este proyecto posibilita una intervención global, contribuyendo a una formación integral de la persona, al atender al conjunto de las dimensiones sociales, familiares y educativas del alumnado”, ha apuntado Díaz.

“Para la realización del proyecto se ha contratado a un profesor y a una psicóloga”, ha informado la concejala de Bienestar Social. El aula tiene su sede en el edificio Ovoide, y permanece operativa de lunes a viernes de 9.00 a 14.00.

Para que un alumno expulsado pueda acceder al aula, que supone una alternativa de carácter voluntario, los padres y el alumno deberán visitar la sede de Bienestar Social en Pueblosol una vez se le comunique la expulsión. Allí mantendrán un encuentro con una educadora social, que será la responsable de redactar el informe con el que derivarán al alumno expulsado al Aula de Intervención Socioeducativa.