El Puerto Deportivo avanza en los trámites para lograr su certificación como espacio cardioprotegido

El Puerto Deportivo avanza en los trámites para lograr su certificación como espacio cardioprotegido

La práctica totalidad de la plantilla de trabajadores del Puerto Deportivo de Benalmádena culminó el pasado viernes la tercera fase de unas jornadas formativas en Soporte Vital Básico, promovidas por el Ayuntamiento de la localidad.

Esta actividad de formación se desarrolló con el objeto de que el Puerto pueda avanzar hacia la obtención del certificado oficial de ‘Espacio Cardioprotegido’. Una calificación que concede en nuestro país la Sociedad Española de Medicina y Seguridad en el Trabajo (SEMST) y que garantiza que, en caso de que se produzca un paro cardiaco repentino en sus instalaciones, se está preparado para actuar eficientemente como primer interviniente hasta la llegada de los servicios de emergencia, con lo que ello supone como refuerzo la seguridad médico-sanitaria en el entorno de la marina benalmadense, además de constituir un requisito integrable de cara a la obtención y/o mantenimiento, según sea el caso, de los certificados de calidad tipo ISO.

Así, alrededor de 30 trabajadores han realizado el curso formativo en tres tandas distribuidas entre los meses de enero, febrero y marzo para evitar desatender el servicio en el Puerto. Han aprendido a realizar maniobras de reanimación cardio-pulmonar (RCP), tanto para adultos como para niños, además de recibir una serie de explicaciones técnicas por parte de especialistas con demostraciones in situ y visualización de videos ilustrativos sobre el manejo del equipo desfibrilador del que dispone Capitanía y que dará servicio al conjunto del Puerto.

Las muertes por parada cardio-respiratoria representan un problema de primera magnitud para la salud pública, estimándose que anualmente en España requieren RCP más de 50.000 personas, lo que justifica sobradamente la implantación de los Espacios Cardioprotegidos.

En este sentido cabe señalar que, según datos de la SEMST, cada minuto que transcurre sin actuar desde que se produce el paro cardíaco, se reducen las probabilidades de supervivencia entre el 7% y el 10%.