En un clima afable y distendido, el salón de actos del Ayuntamiento de Benalmádena ha acogido el acto de homenaje de la Corporación a Francisco Lozano García, tras más de 40 años de servicio al Ayuntamiento de Benalmádena y los benalmadenses.

El salón de actos acogió el homenaje, presidido por el alcalde Víctor Navas y el concejal de Personal, Joaquín Villazón, y con la participación de familiares, amigos y compañeros de trabajo.

Francisco Lozano ingresó en el Ayuntamiento como funcionario interino en octubre de 1972, después de unos exámenes libres que se produjeron en abril del mismo año. Aunque aprobó entre los primeros, en esos momentos estaba cumpliendo el servicio militar en Aviación como voluntario en la Base Aérea de Málaga, y no le pudieron nombrar, pero se produjo una baja en el mes de octubre y le llamaron para cubrir esa vacante.

En agosto de 1974 concurrió a la oposición para cubrir plazas como funcionario de carrera y aprobó, obteniendo ya su plaza de forma definitiva. Se da la circunstancia que para los exámenes vino con la pierna escayolada por una lesión en el talón de Aquiles que se produjo jugando al fútbol.


Siempre ha prestado sus servicios en el área de la Intervención Municipal, más concretamente en el departamento de ingresos, donde a lo largo de los casi 44 años de carrera municipal ha conocido a tres interventores. Es muy querido por sus compañeros, que le echan mucho de menos, pero además ha sabido siempre tratar con toda amabilidad y dedicación al público, que siguen preguntando mucho por él cuando se acercan a realizar alguna gestión.

Contrajo matrimonio en junio de 1976 con una ‘navarrica’ pero malagueña, Angelines, fruto del cual nacieron sus dos hijos varones, el mayor de los cuales le ha dado ya una preciosa parejita de nietos. No falta ningún año a los ‘sanfermines’, lo que aprovecha para visitar a la familia.


En noviembre de 1988 trasladaron su residencia a Arroyo de la Miel, continuando en la actualidad viviendo en dicha barriada con total felicidad.

Desde niño practicó el fútbol, deporte que se le daba muy bien pues era un extremo izquierda veloz con un dribling que sentaba a los contrarios, perteneciendo a diversos equipos infantiles, juveniles y seniors de la capital. Cuando en el Ayuntamiento se organizaba algún partido con motivo de la patrona de los funcionarios, feria de Benalmádena-Pueblo o Arroyo de la Miel, todos querían tenerlo en su equipo porque era garantía de buen fútbol y goles

Con el tiempo no dejó de practicar deportes, durante muchos años el tenis y últimamente el padel, que le han permitido obtener diversos trofeos en competiciones locales.

Posee una gran memoria y tiene en la cabeza infinidad de datos catastrales, tarifas de impuestos y tasas que dejan sorprendidos a propios y extraños.

A final de enero le llegó el momento de su merecida jubilación, con una buena salud que le permitirá disfrutar de su familia, realizar viajes y seguir practicando deportes para mantenerse siempre en forma.