Los escolares de Benalmádena están conociendo las bibliotecas públicas municipales a través de un programa que comparten las concejalías de Educación y Cultura, mediante el cual los más jóvenes de esta localidad costasoleña se desplazan a estas para realizar una visita guiada. En la misma conocen el funcionamiento de una biblioteca y cómo utilizar todos los recursos que están a su disposición. La acogida ha sido tal que ya están cerradas todas las visitas hasta el fin de curso. Al comienzo del próximo se volverá a ofertar a los centros educativos.

La Concejala de Educación y Cultura, Elena Galán, se ha desplazado a la Biblioteca “Arroyo de la Miel” para comprobar “in situ” el desarrollo de estas visitas guiadas, coincidiendo con Estudiantes de 1ºA del IES Benalmádena, quienes destacan por ser una de las clases que más ha desarrollado el hábito lector, según las estadísticas del centro.

Galán, junto a personal de la Biblioteca, han comparecido ante los medios de comunicación para “poner en valor uno de nuestros programas de fomento de la lectura más importante ya que se dirige a los lectores del futuro, crear un cierto hábito lector a nuestros más jóvenes es la mejor garantía de que estos se conviertan en lectores asiduos”.

“Con este programa nuestro principal propósito es acercar las bibliotecas a los niños y jóvenes de Benalmádena, ofreciendo un espacio abierto y acogedor, dándoles unas pautas para que se sientan cómodos en la búsqueda y utilización de los recursos que ofrecen estos espacios públicos”, ha añadido.

Uno de los elementos que más sorprenden a aquellos que no son usuarios de las bibliotecas es su carácter multidisciplinar ya que ambas, Manuel Altolaguirre en el Pueblo y “Arroyo de la Miel”, son dos centros culturales donde se desarrollan múltiples actividades. Esta característica de nuestras Bibliotecas las convierte en auténticos dinamizadores de la vida cultural e incluso social de Benalmádena.

“Las bibliotecas deben ser, y aquí en Benalmádena lo son, espacios vivos y dinámicos alejados de la imagen estática, y en cierta medida aburrida, de la biblioteca entendida únicamente como almacén de libros”, ha concluido.