El Centro de Exposiciones inaugura mañana la muestra 'Picasso. Memoria Grabada'
Delegación de cultura

El Centro de Exposiciones inaugura mañana la muestra 'Picasso. Memoria Grabada'

La concejala de Cultura, Elena Galán, ha presentado esta mañana a los medios la exposición ‘Picasso. Memoria grabada’, que acogerá el Centro de Exposiciones de Benalmádena desde mañana 7 de octubre al 18 de diciembre. En la presentación ha estado acompañada por la comisaria de la muestra, María Toral; y la directora del Centro de Exposiciones, María Ángeles Bernils.

“Con la intención de hacer un recorrido a través de esa trayectoria, se han reunido diferentes creaciones, de las series más importantes que realizó y que son un claro testimonio de su excepcional versatilidad”, ha destacado la comisaria.

En la muestra contamos con obras de la década de los años 20 y 30, de ésta última, puntas secas de la serie Les Métamorphoses d ´Ovide y una selección de aguafuertes de la Suite Vollard; la serie completa Les Cavaliers d´Ombre editada en 1954, que incluye una plancha original. La serie Femmes et Faunes, una edición que consta de doce piezas; litografías de Le Soleil ébloui (1951) y de la serie Dibujos y escritos del año 1959. Completan la exposición la serie El Entierro del Conde de Orgaz (1966-7) la serie Picasso Venti Pochoirs Originali (edición 1955) y una interesante selección de Carteles y Libros.

“Pablo Picasso es, sin duda, uno de los más destacados dibujantes de la Historia del Arte, y precisamente esa cualidad fue la que le llevó a desarrollar intensamente su faceta como grabador”, ha apuntado Toral. Aunque este no sea uno de sus aspectos más conocidos, el artista llegó a crear más de dos mil obras. Esto le convierte en uno de los principales representantes de esta técnica, a la altura de maestros como Alberto Durero, Rembrandt o Francisco de Goya, quienes siglos antes ya habían sido seducidos por todas las posibilidades que ofrece el grabado.

El artista malagueño tuvo contacto con esta técnica desde sus más tempranos comienzos. Ya en el año 1899, con tan solo dieciocho años de edad, realiza El zurdo, en donde se muestra a un picador que sostiene la pica con la mano izquierda.

Tan sólo cinco años más tarde, concibe le Repas Frugal (1904), un aguafuerte que marcaría el inicio real de su actividad como grabador. Este comienzo tuvo lugar en su estudio de la Rue Ravignan, más conocido como Bateau-Lavoir, donde fue asesorado por su amigo el pintor y grabador Ricard Canals, artista catalán, también afincado en París, que introdujo a Picasso en la técnica del aguafuerte.

A partir de este momento empieza una etapa en la que, con gran entusiasmo, explora y experimenta las diferentes técnicas de la estampación. A lo largo de su extensa carrera, Picasso nunca dejó de indagar en todas las posibilidades que le ofreció el grabado. Así logró profundizar en casi todas sus variantes: aguafuerte, punta seca, litografía, aguatinta…

En el año 1913 se editó Saltimbanquis, una serie que comprendía obras de los periodos azul y rosa que Picasso había realizado entre 1904 y 1906. A partir de los años veinte se sumerge con más fuerza en la búsqueda incansable de nuevas experiencias artísticas y su dominio en la técnica del grabado es cada vez más intenso y creativo.

La década de los treinta marca un punto de inflexión, cumple con varios encargos de ilustraciones sobre obras clásicas de la literatura. A petición del marchante Ambroise Vollard ejecuta la ilustración de la obra de Honoré de Balzac, Le chef-d´oeuvre inconnu, que se publicó en 1931, aunque este trabajo lo había concebido unos años antes, en 1926.

En 1930, Albert Skira le había encargado recrear las ilustraciones para las Metamorfosis de Ovidio. El libro estaba compuesto por treinta grabados y la primera tirada fue de 145 ejemplares aunque, cuatro años más tarde, el propio Skira volvió a editar la serie.

De nuevo el marchante Vollard encargó a Picasso una nueva serie de grabados que el artista realiza entre el año 1930 y el año 1937 compuesta por cien estampas y que está considerada como una de sus obras cumbres: La Suite Vollard.

Desde entonces, Picasso no dejará de compaginar su faceta de pintor y escultor con la de grabador e ilustrador. Una de las ventajas de la obra gráfica es que le permitía abordar un mayor número de temas y, sobre todo, multiplicar y difundir sus obras llegando a un mayor número de público.

Durante los años cuarenta y cincuenta, Picasso continúa con su enorme capacidad de trabajo y plasma las magníficas ilustraciones de Buffon (1942) y La Tauromaquia (1959).

Pero si hay una fecha llamativa esa es la de 1968. En ese año el artista concibe 347 grabados en menos de doscientos días. Según indican algunas fuentes, fue capaz de grabar hasta siete láminas de cobre en un sólo día. Es entonces cuando crea la que sería su última ilustración literaria, La Celestina, obra clásica de la literatura española.

Al igual que en todas su creaciones artísticas, Picasso en su trabajo gráfico es pura pasión, expresa sus sentimientos, sus preocupaciones, sus deseos, los mitos que le han marcado… en definitiva, su frenético mundo creativo. La lógica de su creación es espontánea en todo momento. Sin embargo, la calidad de sus obras, la variedad de las técnicas, las temáticas condicionadas por acontecimientos externos y personales, hacen que su producción gráfica sea uno de los testimonios artísticos más importantes del siglo pasado. En este aspecto, es un auténtico lujo para los sentidos estar ante la plenitud artística del gran maestro del siglo XX, a través de su soberbia obra gráfica.

Sin duda, una oportunidad única para disfrutar de un centenar de obras que nos permiten adentrarnos en el universo único e inigualable del maestro Pablo Picasso.

HORARIO

Martes a sábado ....................10:00 a 13:30 y de 17:00 a 19:30
Domingos y Festivos...............11:00 a 13:30. Lunes cerrado. Entrada gratuita