Con motivo de la celebración del Día de Muertos Mexicano, este año el Museo de Arte Precolombino Felipe Orlando ha preparado una programación específica para conmemorar esta fiesta tan importante latinoamericana.

Comenzará con la exposición del Altar de Muertos dedicado a la memoria de Felipe Orlando, el fundador del Museo, siguiendo la costumbre mexicana, que permanecerá expuesto desde el 20 de octubre al 6 de noviembre.

La concejala de Cultura, Elena Galán, ha visitado el museo esta mañana para presentar el espectacular altar montado por el equipo técnico del museo.

“Con este completo catálogo de actividades para conmemorar el Día de Muertos Mexicano, el Museo demuestra que es un espacio cultural vivo, que se adapta y difunde las festividades e hitos culturales de Latinoamérica”, ha destacado la concejala de Cultura, Elena Galán.

El jueves 20 de octubre a las 17.30 horas, para inaugurar la exposición, se celebrará una actividad para los más pequeños de la casa: ‘Cuentahistorias y Pintacaras’, con Nuria Zamora, que en esta ocasión les contará el cuento de “El Día de Muertos”, en el que se explica esta tradición mexicana para los más pequeños, y después habrá un pintacaras de Catrinas y Calaveras.

Como colofón a este día, la mexicana Norma Padrón bailará caracterizada de Catrina las típicas canciones de ésta época como son “La Llorona” y “La Sandunga”.

El sábado 22 de octubre, de 11.00 a 13.00 horas, el Museo albergará el Taller de Cerámica “Decora tu calavera mexicana”, ofrecido por la ceramista mexicana Mónica Canseco. Este taller está dedicado al público familiar y ha tenido una magnífica acogida, pues siendo las plazas limitadas se encuentran todas agotadas en esta fecha.

Completa esta programación la actividad para escolares “Bailando con esqueletos”, en la que los alumnos recortarán y decorarán unas cartulinas para hacerse unas caretas con forma de “calacas”, que son unas simpáticas calaveras que adornan estos altares y que son muy usadas en esta festividad para disfraces y decoración, y con las que después bailarán el “Baile de los Esqueletos”.

En estas fechas la ciudad de México se convierte en una gran fiesta en la que se mezclan las tradiciones indígenas y la cultura cristiana. Según la creencia de la civilización mexicana antigua, cuando el individuo muere, su espíritu continúa viviendo en Mictlán, y en esta fecha retornan a sus antiguos hogares para visitar a sus parientes. La llegada de los muertos es una fiesta de alegría y evocación, pues no es motivo de tristeza la visita cordial de los difuntos. La hospitalidad de los mexicanos se refleja aún más si los visitantes son sus parientes ya fallecidos, por ello desde remotas épocas hasta la actualidad, disponen un gran “banquete mortuorio” con un altar ricamente decorado con todas las cosas que le gustaban al difunto.