Elementos reductores de velocidad en las calles de Benalmádena
Alcaldía

Elementos reductores de velocidad en las calles de Benalmádena

El concejal de Movilidad y Tráfico del Ayuntamiento de Benalmádena, Rafael Obrero,

ha supervisado en las calles del municipio la exacta colocación de los nuevos

elementos reductores de velocidad en aras de evitar accidentes y mejorar la

circulación, tanto rodada como peatonal. La serie de instalaciones de los nuevos

elementos reductores de velocidad en el municipio consta, en su mayoría, de pasos de

peatones elevados en ambos sentidos, bandas reductoras de velocidad, fresados en

diferentes tramos de la vía y señalización de limitación de velocidad a 30

kilómetros hora.



Estos elementos reductores, unidos a los controles de tráfico y a la presencia

policial en lugares de mayor tránsito, tienen como finalidad evitar el exceso de

velocidad en las vías municipales y permitir así una mejor regulación de la

circulación para que los ciudadanos circulen con mayor seguridad por nuestro

municipio.



“Con estas actuaciones, la Delegación de Movilidad y Tráfico hace realidad una

situación preocupante que se estaba dando en muchas de nuestras calles y avenidas

como Antonio Machado o del Sol, donde se han detectado puntos de riesgos

específicos”, manifestó el concejal de Movilidad, Rafael Obrero. “Las actuaciones

corresponden al Plan de Asfaltado y cuentan con una inversión de 78.000 euros

procedentes de los fondos FOMIT 2006”.



En este sentido, las intervenciones se acometerán en calle Esmeralda, Finoso y

Poseidón, y en las avenidas del Sol, Antonio Machado, Arroyo Hondo y Ghandi, por ser

consideradas las vías de mayor conflictividad, por accidentes registrados o por las

quejas que los vecinos han transmitido a la Delegación por la velocidad excesiva de

los conductores.



Estos han sido varios de los criterios técnicos analizados a la hora de proceder,

entre otras medidas, a la instalación de pasos de peatones elevados y bandas sonoras

que, entre otros objetivos, supone la limitación de la velocidad a 30 kilómetros por

hora, al tiempo que da preferencia a los peatones sobre los vehículos.