Concentración de rechazo al cierra de Res. Marymar
Alcaldía

Concentración de rechazo al cierra de Res. Marymar

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Los familiares de residentes y los trabajadores de la residencia de mayores Marymar, en Benalmádena Costa, se han concentrado a las puertas de este centro para mostrar su rechazo al próximo cierre de sus instalaciones, dependientes de la Obra Social de Unicaja. El alcalde de Benalmádena, Enrique Moya, ha participado en la manifestación junto con otros miembros de la Corporación Municipal. Además de participar en esta concentración, el primer edil propuso al Pleno celebrado la pasada semana una declaración institucional, aprobada por todos los grupos, en la que el Ayuntamiento expresa el rechazo ante el cierre de un centro que lleva funcionando 30 años. En este texto se solicita a la Obra Social de Unicaja que informe sobre las medidas que se adoptarán para reubicar a las 186 personas mayores residentes, y también del futuro previsto para los 45 trabajadores de sus instalaciones.



El regidor municipal ha querido estar presente en esta muestra de rechazo hacia el cierre de estas instalaciones, mostrando con ello su preocupación por el futuro de esta residencia, en la que trabajan 45 personas, algunas de ellas desde hace más de veinte años, y en la que residen 186 personas mayores. “Desde el Ayuntamiento hemos reiterado que a este edificio no se le podrá dar un uso diferente a la atención de mayores”, ha declarado el alcalde. Por ello, se revisarán por parte del Consistorio sus acuerdos comerciales y económicos con la entidad bancaria de la que depende la Obra Social, y a partir de ese momento, se exigirá a la Dirección General de Costas la ejecución de los requerimientos emitidos por esa propia Administración.



Los trabajadores, desde que la Obra Social de Unicaja les comunicó el cierre, “viven con angustia y preocupación este hecho, un sentimiento similar al de los ancianos que disfrutan de estas instalaciones y de sus familiares, que viven ahora con el temor de que sus mayores sean trasladados a lugares lejanos o que pierdan la calidad de vida que han venido disfrutando hasta el momento”.



Enrique Moya ha expresado que se trata de “un cierre incomprensible, cuando hace tan sólo unas semanas tuve la ocasión de visitar las nuevas dependencias que habían sido objeto de reforma durante los últimos años”.