El concejal de Transporte del Ayuntamiento de Benalmádena, Rafael Obrero, mantuvo ayer una reunión con más de un centenar de taxistas en el salón de actos del Centro Náutico. Un encuentro que giró principalmente sobre la problemática creada a raíz del sistema de reciprocidad modulada que pretende implantar la Dirección General de Movilidad, dependiente de la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía, para regular la recogida y traslado de viajeros en las infraestructuras nacionales de la provincia. Un proyecto de decreto en virtud del cual los 1.500 taxistas de la capital podrán recoger libremente y previa contratación a pasajeros de cualquier punto de la provincia de Málaga a cambio de que los taxistas de la provincia puedan recoger previa contratación a pasajeros del aeropuerto, puerto y estación de trenes ‘María Zambrano’.

“Desde el Gobierno municipal, con nuestra alcaldesa, Paloma García Gálvez, al frente, queremos mostrar todo nuestro apoyo a este gremio que está atravesando una situación de incertidumbre y malestar, originado por la injusta decisión de la Junta de Andalucía que provocará una competencia desleal y que ocasionará graves perjuicios económicos en nuestro municipio”, expresó el edil, que apuntó que “el taxi es un elemento esencial para el desarrollo de nuestro sector turístico, pues ofrece un servicio de gran calidad a todos nuestros vecinos y visitantes”. “Es por ello que no nos conformaremos con esta injusta decisión que priva a los taxistas de nuestro municipio de un derecho que le reconocen las normas de rango legal de ámbito estatal y autonómico”, precisó el concejal durante la reunión, en la que también se abordaron otras cuestiones como la lucha contra el intrusismo.