El alcalde de Benalmádena, Víctor Navas; el concejal de Seguridad, Javier Marín; y la concejala de Playas, Encarnación Cortes, han visitado esta mañana la playa de Malapesquera para conocer de cerca una experiencia piloto en la vigilancia del litoral que se ha desarrollado este verano en Benalmádena. Se trata de la incorporación de un dron para apoyar las labores de rescate de los socorristas de esta playa. Junto a Cabopino en Marbella, la playa de Malapesquera es la única andaluza que dispone de esta tecnología adaptada a labores de salvamento.

“Es una experiencia piloto que realizamos con la colaboración de Vodafone, y supone triplicar la rapidez en las labores de rescate ante peligro de ahogamiento”, ha destacado el alcalde Víctor Navas. El dron lleva operativo desde principios de julio, “aunque no ha realizado ninguna salida, lo cual es una gran noticia porque implica que no hemos tenido emergencias por riesgo de ahogamiento en todo lo que llevamos de verano”, ha puntualizado el alcalde.

Por su parte, Encarnación Cortes ha destacado que la presencia de este dron en la playa de Malapesquera “evidencia nuestra apuesta por las nuevas tecnologías y por ofrecer el mejor servicio de seguridad en nuestro litoral”.

Este proyecto se enmarca en el objetivo de Vodafone ONE de poner la tecnología al servicio de las personas y hacerle la vida más sencilla. En este caso en concreto, la tecnología puede incluso ayudar a salvar vidas: un socorrista tarda el triple del tiempo que un dron en alcanzar a un bañista en peligro. Ante el avistamiento de un posible percance, dron y socorrista se dirigen hacia el mar. Al llegar antes, el dron actúa primero lanzando al bañista un salvavidas, dando más margen al socorrista para poner en marcha las labores de salvamento. Esta considerable reducción de tiempo contribuye muy positivamente a las labores de rescate en ahogamientos, una de las principales preocupaciones en verano, y que en España registra una media de 400 muertes al año.

Los pilotos socorristas Vodafone ONE (dos en el caso de Benalmádena) han tenido que formarse según los cursos establecidos por AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea) que incluyen tanto asignaturas teóricas como prácticas. Destacar que los pilotos socorristas, para poder manejar este tipo de drones, han de tener un alto conocimiento relativo a comunicaciones, navegación, meteorología, procedimiento operacional, derecho aéreo así como tener un control absoluto de los dispositivos, siendo capaces de realizar despegues verticales, traslaciones laterales a gran velocidad, vuelos en ambos sentidos, espirales y otras series de maniobras que les permitirán llegar en el menor tiempo posible a su objetivo. Estos equipos trabajan en estrecha colaboración con los socorristas oficiales de las playas, que se benefician de la alta velocidad de los dispositivos para ofrecer una primera ayuda que refuerza el protocolo de rescate.

El dron cuenta con una distancia operativa de 500 metros, y puede alcanzar una altura de 120 metros.