El Alcalde de Benalmádena y el Embajador de Armenia inauguran un 'Jachkar' conmemorativo del genocidio armenio en el Parque de la Paloma
Delegación de residentes extranjeros

El Alcalde de Benalmádena y el Embajador de Armenia inauguran un 'Jachkar' conmemorativo del genocidio armenio en el Parque de la Paloma

El alcalde de Benalmádena, Víctor Navas; y el embajador de Armenia, Avet Adonts, han inaugurado hoy un ‘jachkar’ conmemorativo del genocidio armenio en el Parque de la Paloma.

El Ayuntamiento de Benalmádena, en el pleno celebrado el pasado mes de agosto, expresó, manifestó la condena expresa del Genocidio Armenio a través de una moción aprobada por unanimidad, una iniciativa que se ha visto complementada con la instalación del ‘jachkar’ esta mañana.

El acto institucional ha contado con la asistencia de destacadas personalidades de la diáspora armenia en nuestra provincia, además de los concejales Ana Scherman, Alicia Laddaga, Enrique García y Juan Ramón Hernández, o el representante de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental, Ángel Nozal, entre otras autoridades.

“Benalmádena siempre ha sido un municipio abierto y tolerante, en el que conviven en armonía y respeto cientos de nacionalidades y todos los credos religiosos”, ha destacado el alcalde durante la ceremonia.

“Queremos que un pueblo tradicionalmente olvidado por la historia como es el armenio sienta Benalmádena como su hogar”, ha declarado durante el acto institucional el alcalde Víctor Navas

Un ‘jachkar’ o ‘khachkar’ es una cruz conmemorativa grabada en una piedra de origen volcánica autóctona conocida como ‘tuf’, que está presente en el arte armenio desde la Antigüedad en todo el territorio de la ‘Armenia histórica’ y que hoy se conserva en particular en la actual República de Armenia.

Desde el año 2010, el arte de las cruces piedra armenias y su técnica de esculpido figuran en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.

Los primeros khachkares aparecieron en el siglo IX, durante el periodo de renacimiento armenio que siguió a la liberación del dominio árabe. El khachkar más antiguo que se conoce fue esculpido en el año 879.

Las atrocidades cometidas contra el pueblo Armenio durante el transcurso de la Primera Guerra Mundial y años anteriores y posteriores a ésta son llamadas en su conjunto el Genocidio Armenio.

Se calcula que alrededor de un millón y medio de personas fueron masacradas metódicamente a lo ancho y largo del Imperio Otomano entre 1915 y 1923.

Estas masacres fueron acompañadas además de numerosas deportaciones y violaciones, que generaron la dispersión del pueblo armenio en la que hoy es conocida como Gran Diáspora Mundial.

Como consecuencia de la anterior, se calcula que, frente a los 3 millones de ciudadanos que tiene el censo poblacional de la actual República de Armenia, más de 10 millones de armenios viven fuera del territorio nacional.

Se calcula que en España hay entre 80.000 y 100.000 descendientes de la Diáspora Mundial armenia.

En 2010, coincidiendo con el XVC Aniversario del Genocidio, el actual Papa Francisco, siendo Arzobispo de Buenos Aires, colocó un khachkar en la Catedral Metropolitana de la ciudad, expresando al Arzobispo Kissag de la Iglesia Armenia su voluntad de ser enterrado bajo dicha piedra cuando fallezca.

Ya en el mes de junio de este mismo año, el Papa realizó una visita de tres días a Armenia para condenar de nuevo el genocidio armenio: “Aquella tragedia, aquel genocidio, por desgracia, inauguró la lista de las terribles catástrofes del siglo pasado, causadas por aberrantes motivos raciales, ideológicos o religiosos, que cegaron la mente de los verdugos hasta el punto de proponerse el aniquilamiento de pueblos enteros”.

Pocos días antes, fue el Bundestag el que aprobó, prácticamente por unanimidad, una resolución que reconoce como genocidio las matanzas y deportaciones de armenios cristianos ocurridas durante el Imperio Otomano.

Tanto la ONU en 1985 como el Parlamento Europeo en 1987 han hecho expreso reconocimiento del genocidio en sucesivas resoluciones sobre los hechos ocurridos al comienzo del siglo XX.

En España, los parlamentos de las comunidades autónomas de País Vasco, Cataluña, Baleares, Navarra y Aragón también han realizado declaraciones de reconocimiento y condena.

Hasta hoy, 27 países han reconocido el genocidio, entre los que se encuentran Austria, Suecia, Suiza, Holanda, Luxemburgo, Francia, Austria y otros, incluyendo a la propia Federación de Rusia.