El dispositivo especial puesto en marcha durante la semana grande de la Feria en honor a la Virgen de la Cruz ha concluido con más de 70 toneladas de basura recogidas desde el 11 al 15 de agosto durante la fiesta, un servicio que ha permitido que Benalmádena Pueblo presentará su mejor aspecto 24 horas al día.
El concejal de RSU, Servicios Operativos y Limpieza, Juan Olea, ha querido destacar la labor y el esfuerzo de toda la plantilla, al mismo tiempo que ha señalado que el Ayuntamiento “persigue mejorar y mejorar cada día los servicios que presta a la ciudadanía, como se ha visto en esta feria, donde se ha trabajado sin descanso para que Benalmádena Pueblo brille más que nunca y sea reconocida como un rincón único que se cuida los 365 días al año”.
Así, en los servicios que preveía el Ayuntamiento para esta Feria, destaca su propio personal, con el trabajo de dos camiones cuba, uno de baldeo para la parte alta del Pueblo y otro para la parte sur; una barredora y una hidrolimpiadora para manchas en aceras y esquinas, junto a operarios, tanto en el turno de día como de tarde. Por parte de la concesionaria de RSU, también se pusieron a disposición del servicio dos camiones cuba, uno para el baldeo del recinto ferial y otro para calle San Miguel y Avenida del Chorrillo; una barredora y operarios para el recinto ferial con horarios comprendidos desde las 13.00 horas hasta las 2 de la madrugada.
“Este equipo de gobierno y su ayuntamiento han puesto todos los medios humanos y materiales que dispone a su alcance para que tengamos unas magníficas fiestas y un verano inolvidable, tanto para nuestros vecinos como para nuestros visitantes, tanto si hay feria como si no”, ha añadido Olea, “pero con todo a punto y previsto para estar a la altura de una gran ciudad”.
“Sabíamos que nuestras ferias iban a ser importantes y en todas ellas hemos elaborado trabajos de coordinación y entre áreas para que nuestro municipio sea referente en limpieza y cuidado de sus calles”, ha explicado. Por eso, Olea señaló que la plantilla “está dándolo todo ante una ciudad que triplica su población, que compagina un plan de choque de limpieza con las labores cotidianas y, además, actuando con plena responsabilidad y sentido común en la reducción del uso de agua para cumplir a rajatabla el decreto de sequía”.
Olea, que también ha destacado la “magnífica coordinación y colaboración entre ayuntamiento y empresa concesionaria”, ha recordado que este no será el primer plan que se impulse y que el éxito registrado en el de la feria “solo debe servirnos para sentar las bases para ediciones posteriores, donde mejoraremos más y más todo aquello que ya tenemos claro que funciona y por lo que apostó desde el primer minuto nuestro alcalde Juan Antonio Lara”. “En Benalmádena, lo que funciona es una ciudad que se cuide, que esté siempre limpia, con un Ayuntamiento a su lado que la cuida porque una ciudad que se cuida es la mejor inversión de un Ayuntamiento en beneficio de todos”.
Actuaciones simultáneas
El edil ha recordado también que, antes de iniciarse la feria, se culminaron planes pioneros en el municipio como el impulso a un Plan de Embellecimiento que ha permitido actuar en distintas zonas antes de la fiesta, como el Parque de Los Limones o los jardines del Muro, donde se puso en marcha también por fin su ascensor, que no estaba operativo desde marzo, y al que se seguirán realizando labores de mejora para solventar “años de déficit en su mantenimiento”.
Además, el Ayuntamiento ha embellecido zonas del Pueblo con la incorporación de bancos y nuevo mobiliario urbano, luminarias nuevas y jardineras verticales decorativas y coloridas en zonas de gran afluencia turística en pro de mejorar la estética de la zona.
A todo ello, se ha sumado la puesta en marcha de un servicio ininterrumpido de recogida de muebles y enseres que funciona ya las 24 horas al día en todo el municipio como prueba piloto al objeto de poner fin “de una vez por todas”, ha dicho el concejal, a esa imagen de abandono que arrastraba y presentaba Benalmádena los veranos anteriores con multitud de muebles arrojados en numerosas calles y rincones del municipio sin recogerse.