Benalmádena vuelve a sumarse a la Hora del Planeta, una iniciativa global para alertar sobre el cambio climático
Delegación de comercio

Benalmádena vuelve a sumarse a la Hora del Planeta, una iniciativa global para alertar sobre el cambio climático

Benalmádena se sumará el próximo 24 de marzo a partir de las 21.30 horas a la Hora Mundial del Planeta y, en calidad de municipio solidario con este gesto simbólico para llamar la atención sobre el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad, se adherirá un año más al apagado, durante una hora, de algunos edificios públicos emblemáticos y varias zonas del centro de Arroyo de la Miel.

Según ha informado el concejal de Comercio, Movilidad, Transporte y Vía Pública del Ayuntamiento de Benalmádena, Bernardo Jiménez, los edificios que apagarán su iluminación serán el Castillo de Bil-Bil y la Casa de la Cultura. Por lo que respecta a las vías públicas, serán la calle Blas Infante, la avenida de la Constitución, la avenida de la Estación y la plaza de Austria en Arroyo de la Miel.

“La Hora del Planeta es una forma de concienciar sobre la importancia de que todos nos impliquemos para contribuir a un objetivo tan importante como es frenar el cambio climático”, ha señalado el edil Bernardo Jiménez.

“Sumándonos a esta iniciativa, Benalmádena refuerza su compromiso con un desarrollo sostenible y con las políticas de ahorro y eficiencia energética, que son las que pueden contrarrestar el cambio climático y el calentamiento global, quizá dos de los problemas más importantes de nuestro tiempo”, ha explicado el concejal de Comercio, Vía Pública, Transporte y Movilidad, que invitó a los establecimientos del municipio a que “se animen” a tomar parte en la iniciativa y durante la Hora del Planeta apuesten por la iluminación natural en sus terrazas con velas, candiles, etc.

La Hora del Planeta nació hace 11 años en Sidney como gesto simbólico para llamar la atención sobre el problema del cambio climático y el deterioro de la biodiversidad global. Apagar las luces de hogares, edificios y monumentos emblemáticos durante una hora fue la sencilla acción que después articularía un creciente movimiento mundial.

El pasado año participaron miles de ciudades de un total de 187 países del mundo, que apagaron más de 12.000 monumentos y edificios icónicos, uniendo a ciudadanos, empresas, ayuntamientos e instituciones para, entre todos, frenar el cambio climático.